mercredi 16 janvier 2008

Dos grupos pugnan por comprar Venoco a Durán y Kauffman



ARTICULO

Mientras Durán y Kauffman tratan de salir del “rollo” con el FBI, en Caracas dos grupos económicos luchan por adquirir la empresa Venoco. Hoy lo cuenta la sección Ultrasecretos del semanario “Quinto Día“.

Ahora resulta que Antonini es un fantasma que con todo y sus kilos, nadie vio entrar en un avión alquilado por la petrolera argentina cuando recibía el maletín que le entregó Uberti, quien a su vez lo había recibido de Uzcátegui, el hijo de uno de los ejecutivos de PDVSA. Ningún funcionario del gobierno lo vio entrar a la Casa Rosada y menos enterarse de que desde el aeropuerto habló con un importante jefe de Palacio en nombre del mismísimo Kirchner, según le habría hecho creer Uberti. Y tampoco lo avistaron cuando se fue a Uruguay y además el gordo que aparece en Montevideo con el Gobernador Yánez es un títere que la CIA le colgó a su lado para saber en que andaba este revolucionario por aquellas tierras del Sur. Pero me preguntarán quién es Uberti y, por lo que veo, será el que va a pagar los platos rotos de la pareja Botox. Él vino a Caracas a meterse en un negoción de autopista. No debemos olvidar que este hombre es experto en cobro de peajes. Y resulta que Uberti es el protegido de De Vido y De Vido es el señor de planificación de Kirchner, el hombre que dejó la Presidencia en nombre de la consorte Cristina.

En el primer decreto, Cristina ratificó a monsieur De Vido, a quien la prensa argentina señala como ligero de manos en pesos y dólares y además es muy buen planificador en eso de recogerle reales a la pareja y no precisamente con rifas o kinos ni vendiendo estampitas del Che Guevara. El pobre gordo Antonini debe estar arrepentido, sobre todo después que se enteró que un gobernador se fue en multitudinaria manifestación a la embajada gringa para santificar a los honestos y emprendedores empresarios que le construyeron el gigantesco aeropuerto en San Carlos con una infraestructura como el Kennedy para que aterricen y despeguen tres o cuatro avionetas, incluída la del mandatario regional o el Chupa dólares, cuando a mi tercio se le ocurra un Alo Presidente. Antonini, que a pesar de llevar para su gira un ñereñere de 800 mil dólares, no le reconocen su calidad de emprendedor como si de pronto recibir un maletín para pasarlo en la aduana no significara emprender una actividad empresarial riesgosa. Lo que sorprende es que ni Antonini ni los audaces emprendedores de Yánez no hayan cantado, por ahora, si hubo antes, y me dicen que sí, valijas milagrosas con el mismo destino.

Cristina, quien ahora sí quiere gobernar nuestros churupos, tiene mucha razón cuando con el acento apasionado de Evita se lanza contra el imperio para denunciarlos como los propios fospucos en eso de echar basura. Ella es Santa Cristina, como aquella esposa de mi General Perón, ahora reinvindicado de los centenares de crímenes y presos además del desastre económico del cual Argentina sólo pudo recuperarse gracias a los dólares de Venezuela. Por lo que dice el comandante hasta ahora le han entregado a Argentina cinco mil quinientos millones de dólares sin exigirle nada a cambio. En cambio a los venezolanos nos exigen que por una piche beca de Vuelvan Caras nos calemos 8 horas de discursos y regaños en El Poliedro. Cristina le lanza esas flores al venezolano y al pobre paraguayo naranjas chinas. Así son las cosas: dime cuanto traes en esa Maruja, o maletín moderno, y te daré mis amapuches.

Hoy en este 2008 el imperio debe estar muy nervioso porque de pronto Cristina se asocia con el sádico de Nicaragua para caerle a los gringos.

Antonini, ante tantas decepciones, les diría con mis maleta no cuentes.

Lucha por Venoco

Pero mientras Durán y Kauffman luchan en Miami por demostrar su inocencia en el delito de espionaje, en Caracas se desata la guerra de intereses para ponerse en la empresa de los ahora en desgracia empresarios. Dos grupos: uno financiero y otro de telecomunicaciones pugnan por apoderarse de VENOCO, emblema del ascenso mercantil de los dos personajes. A través de intermediarios, uno de ellos ha ofrecido ciento sesenta millones de dólares.

VENOCO fue adquirida por Kauffman y Durán en sesenta millones de dólares hace más de cuatro años.

La compra se hizo a los Boulton, que mantenían treinta y siete por ciento de las acciones, y a los herederos de Sosa Rodríguez, que eran dueños del treinta y cuatro por ciento. El resto eran acciones de Pedro Carmona y Pérez Recao. La empresa es hoy próspera con el doble de personal calificado. Durán y Kauffman creen que pueden salir de sus problemas en enero y han rechazado las ofertas. Ellos insisten en que son empresarios y no agentes del gobierno venezolano.

Durán negó que haya cambiado su declaración inicial y que hubiera confesado el origen de los dólares de Antonini y que lo publicado por un periódico de Caracas correspondía a una grabación vieja y sacada del contexto. Las grabaciones fueron autorizadas por Antonini, quien el 16 de agosto del 2007 llegó a un acuerdo con el FBI.

Aucun commentaire: