Pese al petroleo, hay escasez de alimentos en Venezuela

RODRIGO ABD /FOTO AP

ARTICULO
El Nuevo Herald
Por IAN JAMES
The Associated Press

Mucha gente hace largas filas en un mercado al aire libre administrado por el estado en Caracas, el domingo 18 de noviembre del 2007. El gobierno trata de enfrentar la escasez de ciertos alimentos mientras algunos venezolanos cuestionan las políticas económicas de Chávez, mientras el presidente impulsa su campaña para reformar la constitución.
Las largas filas se forman al amanecer y se mantienen durante el día. Son cientos de venezolanos que esperan comprar productos difíciles de conseguir, como leche, pollo y azúcar, en los mercados al aire libre, administrados por el estado y atendidos por soldados.
El gobierno de Hugo Chávez trata de enfrentar la escasez de algunos alimentos, y las filas en los mercados callejeros "Megamercal" durante el fin de semana muestran que muchos venezolanos están dispuestos a esperar horas para hacerse de unos cuantos productos que rara vez encuentran en los supermercados.

"Hay que hacer cola y hay que tener suerte", dijo María Fernández, ama de casa de 64 años, quien buscaba comprar leche y pollo el domingo.

Agregó que el conseguir leche resulta una batalla constante. La mujer relata que un día estuvo a punto de conseguir leche en polvo en un supermercado privado, pero un segundo antes, otra persona se llevó la última lata.

Las largas filas para conseguir alimentos básicos a precios subsidiados serían una paradoja para una nación rica en petróleo que en muchos aspectos es una tierra de abundancia. Los centros comerciales están llenos, las ventas de automóviles nuevos están en auge y los supermercados están repletos de papas fritas estadounidenses, vinos franceses y quesos suizos.

Pero otros productos alimentarios, sujetos al control de precios -huevos o pollo- periódicamente han escaseado en los supermercados durante los meses recientes. La leche se ha convertido en un lujo, e incluso cueseta conseguir fórmulas lácteas para bebés en la actualidad.

La escasez está llevando a que algunos venezolanos cuestionen las políticas económicas de Chávez, mientras el presidente impulsa su campaña para reformar la constitución. De ser aprobadas las reformas en un referéndum previsto para el 2 de diciembre, le permitirían a Chávez ser reelegido de manera indefinida.

En tanto, algunos funcionarios acusan a los productores de acaparar productos básicos para especular con los precios y en algunos casos para generar descontento entre los pobres, los principales simpatizantes de Chávez.

Los economistas dicen que los factores detrás de la escasez son numerosos, incluida una mayor demanda por el crecimiento económico.

Además, los controles de precios impuestos por el gobierno están "totalmente divorciados" de la realidad y en algunos casos resultan menores a los costos de producción, lo cual vuelve inviable el que los proveedores los vendan, dijo el economista Pedro Palma, de la firma consultora MetroEconómica.

Hace falta más inversión en la agricultura, pero las iniciativas gubernamentales de reforma agraria -mediante el control de grandes tierras para ofrecerlas a los campesinos pobres- han hecho que los productores tradicionales se muestren reacios a invertir, agregó Palma.

Y los importadores enfrentan obstáculos, incluidos los controles de cambio impuestos en el 2003 por el gobierno, los cuales requieren de la aprobación del estado para obtener dólares con la cotización oficial. Quienes carecen de la aprobación, suelen recurrir al mercado negro y comprar dólares al triple del tipo de cambio fijo.

Al mismo tiempo, Palma recordó que hay escasez internacional de los mismos productos que Venezuela trata de importar, como leche y azúcar.

Mucha gente en la fila del Megamercal se mostró agradecida con Chávez por los mercados subsidiados, que ofrecen precios mucho más económicos que los de supermercados comerciales. Pero también se quejaron por los problemas para hallar leche, pollo, azúcar y aceite de cocina en otros mercados a los precios fijados por el gobierno.

"Yo llegué a las 6 de la mañana para hacer la cola", dijo Doris Bastida, de 32 años, quien tiene cuatro hijos, incluido uno a quien llevaba consigo en un carrito para bebé. Bastida esperó cuatro horas antes de llegar a la entrada.

"¿Qué voy a hacer yo? No tengo dónde ir", dijo, tras quejarse de que la leche en polvo es ofrecida por vendedores callejeros en el mercado negro a 10 dólares o más por kilogramo, casi el doble del precio regulado y cuatro veces más que el precio ofrecido por los mercados estatales.

Pero Bastida dijo que todavía cree en Chávez y planea votar por sus reformas.

"Voy a votar por el 'sí' para que las cosas se pongan mejor", dijo. "Todo el mundo vota por el 'no', y nos quitan el Megamercal".

Otros, en voz baja, dijeron que consideran un fracaso el gobierno de Chávez y no quieren que se postule de nuevo en el 2012.

"Hay que votar 'no'. ¿Usted cree que es bueno estar aquí haciendo cola?", dijo Fátima Rodríguez, de 50 años.

Chávez dice que busca impulsar la agricultura y "sembrar el petróleo" a manera de proyectos que van desde cultivos de caña de azúcar apoyados por el estado hasta una planta procesadora de leche inaugurada con ayuda de Irán. Actualmente, Venezuela sigue importando la mayoría de sus alimentos.

Las importaciones en general han subido a más del doble en los últimos tres años.

El ministro de Alimentación, Rafael Oropeza, consideró un éxito la operación de los mercados al aire libre en todo el país durante el fin de semana. Destacó que el pernil de cerdo, un platillo popular en las festividades de fin de año, fue importado porque los proveedores locales se negaron a participar.

"La empresa privada continúa con la falta de capacidad para proveer a la población. Hago un llamado a las empresas para que eleven la producción y para que respondan a la demanda", dijo Oropeza, citado por el diario El Nacional. "Sabemos que si vemos la historia, ha pasado que algunos empresarios se han puesto a espaldas al pueblo y han castigado con desabastecimiento para inducir a la población a que nos matemos unos con otros. Ese es el objetivo, que la gente entre en desesperación".

La Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos negó que sus miembros sean los responsables, y señaló que trabajan para satisfacer el consumo, que crece rápidamente.

Oropeza dijo que el gobierno se cercioró de que hubiera suficientes alimentos en sus mercados de fin de semana, un récord de 5.948 toneladas métricas distribuido en todo el país.

En un mercado estatal en Caracas, la fila serpenteaba y le daba la vuelta a la manzana, mientras los soldados formaban barricadas en la entrada, sobre la cual hay un letrero que dice: "Sigue con Chávez". Varios carteles rojos pegados en los muros secundaban: "Sí con Chávez".

Eugenio Ruiz, trabajador fabril, elogió a Chávez por la comida subsidiada, y dijo que planea votar por el "sí", a fin de que pueda postularse de nuevo.

"Tenemos que seguir con él, no abandonarlo", dijo Ruiz, quien considera que la situación del país sería peor sin Chávez.